martes, 12 de febrero de 2013

RESUMEN APARECIDO EN ARRIBA DEL DISCURSO PRONUNCIADO POR JULIO RUIZ DE ALDA EN LAREDO (SANTANDER) EL 7 DE FEBRERO DE 1936



Estado Nacional-Sindicalista

Se levanta a hablar Ruiz de Alda y es recibido con una ovación. Pide silencio, y dice que viene a la Montaña como candidato por Falange Española, y esto para él es una alegría; pero quiere advertir que viene sin fe en el triunfo. Dice que Falange Española no viene a ganar España por votos, pues nosotros no podemos pedir 300 diputados. Por esto es por lo que no tengo fe en el programa electoral. Pero sí vengo con gran alegría, porque veo que en la Montaña, Falange Española va en el camino de esa marcha emprendida en toda España por miles de camisas azules y que aquí se encuentra ya una organización fuerte, disciplinada y entregada de lleno a luchar por España.

Yo represento a Falange Española, y como tal iría al Parlamento, para desde allí hacer la lucha que vosotros, camisas azules, hacéis en el pueblo. Pero nosotros hemos de triunfar - dice, - siendo o no diputados y antes de lo que muchos se piensan, porque España necesita más que políticos, hombres de sacrificio y de voluntad, como los que militáis en las filas de Falange Española.
 Dice que tiene que llegar el momento en que todos - y vosotros lo veréis bien palpable, dice a los marineros, - en que las necesidades de un pueblo o de un gremio no tengan que estar supeditadas a este o al otro sector político que esté en el poder, pues las necesidades de un pueblo o de un gremio no deben tomarse como arma política para llenar ambiciones.
Hace un resumen de lo que sería la sindicalización de los pescadores con los patronos y del beneficio que a todos traería. Les invita a que acudan al Nacional-Sindicalismo para darles valor y de esta forma lograr la fuerza que merecen en el sentido político de la Falange.
Vedlo, si no. ¡Cuántas veces habéis tenido que enviar representaciones a Madrid para que se os concedan cosas que no teníais ni que pedirlas, porque se os debían por justicia! Aprovechando esto se hace campaña política, hoy por unos, mañana por otros. Todo esto se termina con el Nacional-Sindicalismo, porque lo mismo en este gremio que en cualquier otro, las representaciones las lleváis vosotros, que sois los únicos que podéis ver las necesidades de vuestra vida, mejor que yo y que los políticos, que desconocemos por completo la complejidad técnica y económica de la pesca de mar.
Ahora es el momento de seguir a esta juventud, porque nosotros nos nutrimos de juventud y con ella marcharemos a una España nueva para todos, hacia esa España tan soñada por nosotros: única, grande y libre.
Termina dirigiéndose a los camisas azules y los anima a proseguir lo ya empezado. Dice que la Falange cuenta con una organización capaz de evitar todo atropello revolucionario. Los camisas azules también son rebeldes, pero la rebeldía de éstos servirá para aplastar todo aquello que sea destrozar a España. Entonces seremos más que los políticos; seremos militares al servicio de la Patria, y con nuestras vidas sabremos defenderla.
¡Camisas azules!, seguid siempre adelante con ese entusiasmo puesto en la lucha, que no muy lejano nos espera el triunfo para la tranquilidad de España y para llevarla por el camino del trabajo, la Paz y la Justicia.