Castilla
En nuestra lucha por hacer
una nueva España - no una España en orden, pazguata y de paz mediocre, como por
muchos se desea, - sino una nueva España renacida, ambiciosa y hermana de
Castilla, es piedra fundamental tener un gran deber que cumplir y una gran
responsabilidad política.
España no puede existir,
con Castilla en el estado actual. Hoy España es un país con la periferia rica
constituida por pueblos con conciencia de sí mismos, y por un centro
constituido por un sector pobre y decaído, formando el total una unión siempre
inestable y con tendencia a la descomposición. Por eso los problemas que hoy
tiene Castilla, son nacionales, y así el problema del trigo tiene una gran
importancia no sólo económica, sino política.
Reconociéndolo así Falange
Española en su Consejo Nacional, enfrentándose con él, con el problema del
campo castellano, propuso
Primero. -Una solución
inmediata. Movilización por el Estado de mil millones de pesetas para crédito
barato y sencillo para el campo.
Segundo. - La formación de
los Sindicatos, según nuestro Estado Sindicalista, y la construcción de la red
nacional de silos y cooperativas, y, por último, acometer la reconstrucción de
Castilla.
Regar sus campos,
reconstruir sus pueblos, poblar sus montes, industrializar Castilla, hacer
revivir su industria textil y lanera, sus paños de Béjar, de Palencia y de
Burgos. Pues esto se puede hacer. Se puede hacer con un Estado como lo quiere
Falange Española, con un poder revolucionario y resuelto a la acción, con un
Estado que cuente su tiempo por años y generaciones, no por semanas, con un
Gobierno que no esté expuesto al cambio por el mal humor de unos diputados.
Se puede realizar si los
castellanos comprenden su deber hacia España, que además está identificado con
su interés propio. Esto no es una promesa, la promesa de un milagro. Es sólo el
llamamiento veraz que hace la Falange a los hombres y mujeres de Castilla.
Nosotros os decimos que no
esperéis nada de nadie, que toda promesa electoral lleva dentro, o un engaño, o
la seguridad de recibir más de lo que da. Habéis sido engañados muchas veces y
sois pesimistas y desconfiados. Tenéis razón; pero fijaos que nosotros os
decimos que lo que debéis hacer es trabajar y luchar, y lo que os ofrecemos es
un puesto de combate.
Llamamos a nuestras filas a
los campesinos y a los obreros revolucionarios, a los rebeldes ante la
injusticia actual de la sociedad y del actual estado capitalista. Y lo hacemos
porque sabemos y sentimos que lo nacional vibra en lo profundo de sus entrañas,
hasta el punto de que el único partido español con trazas de un imperialismo
histórico y de un porvenir próximo, es la Falange Española, en sus
organizaciones en Argelia y en Marruecos.
Por esto tenemos que ir de
pueblo en pueblo predicando estas rebeldías nuestras, nuestros afanes,
haciéndolos cada vez más fuertes, por la sangre de nuestros camaradas, yendo
derechos a nuestro fin, a nuestra Revolución Nacional, contra la revolución
marxista, con mayor decisión que ésta, con mayor valentía y con mayores
sacrificios.